Mi hijo no puede dormir ¿cómo lo ayudo?
Como mamás siempre queremos lo mejor para nuestros hijos. Cuando algo no está bien nos preocupamos, nos frustramos, sentimos que hemos fallado o que debemos estar haciendo algo mal. Pues no siempre es así y es muy importante que sepamos que pedir ayuda no está mal, sino todo lo contrario, es un alivio.
Hoy les quiero contar un poco mi experiencia y cómo la manejé. Para ponerlos en contexto, mi hijo Martín llevaba algún tiempo teniendo pesadillas en las noches, le costaba muchísimo dormir e incluso estaba manifestando miedo, algo que él antes nunca había hecho.
Decidí acudir a una especialista y luego de conversar con ella y decirle todo lo que estaba pasando y cómo yo lo estaba manejando, me dio ciertos tips que ahora comparto con ustedes con el fin de ayudar a quien lo necesite.
1. Foto familiar
Una manera que jamás se me habría ocurrido para darle seguridad a los niños durante la noche es imprimir una foto familiar y ponérsela debajo de su almohada.
En mi caso, imprimí una foto y le expliqué a Martín que cuando tenga mucho miedo, recurra a la foto de su almohada y verá a toda su familia que lo ama y que siempre estará ahí para protegerlo.
2. Peluche
Otro tip que me dio la psicóloga fue que es muy importante que los niños tengan un peluche o una mantita que los acompañen durante la noche. Algo a que aferrarse cuando tengan miedo.
Esto me sorprendió mucho, porque como padres a veces queremos que los niños dejen estas prácticas como símbolo de que ya son “grandes” ¿verdad?
En el caso de mi hijo, él si tiene un peluche que ama con su vida y con el que duerme todas las noches.
Lo cierto es que como padres es importante que nosotros ayudemos a nuestros hijos a sentirse mejor y a ser niños. No a obligarlos a crecer.
Si no tienen un peluche o una mantita pueden comprar. Se lo dan a sus pequeños y ellos sabrán si duermen con eso o no.
3. Spray de lavanda
Este tip me pareció fantástico y al mismo tiempo me sorprendió muchísimo.
Para hacer este tip, compré un dosificador de líquidos o un spray vacío, solo el recipiente, y dentro del recipiente puse lavanda.
La lavanda es tranquilizante y esto ayudará a los niños a sentirse más tranquilos cuando lo necesiten.
En mi caso, imprimí un sticker que dice “spray anti monstruos” y le dije que cuando vea uno, puede rociar ese spray. La lavanda lo tranquilizará.
Otra opción es usar ese spray para cualquier otra situación con la que los niños tengan dificultades. El spray puede ser anti monstruos, anti oscuridad, anti miedo, anti brujas, en fin.
4. Dormir con ellos
¡Sí! Hay noches en las que tenemos que dormir con ellos para darles seguridad.
Como padres a veces somos autoritarios y queremos obligar a los niños a dormir solos con el pretexto de que son “grandes” o “fuertes” o lo que sea.
Una vez, escuché a una persona decir “solo los niños malcriados tienen miedo”. ¡Qué error tan grande permitir que un adulto le diga eso a un niño.
Gracias a Dios, a Martín no le han dicho jamás algo así, pero sí es importante que como padres nosotros controlemos lo que escuchan para poderlo desmentir o explicar y también es muy importante que si los niños nos piden que durmamos con ellos una noche, lo hagamos.
Eso les dará seguridad y también es una manera de demostrarles que estamos validando sus sentimientos, esto último lo explico en el siguiente punto.
5. Validar sus sentimientos
¿Qué es validar los sentimientos de los niños y por qué es importante?
Validar sus sentimientos y escuchar lo que sienten, entenderlo y ayudarlos.
Como padres normalmente hacemos todo lo contrario porque así nos criaron a nosotros.
Por ejemplo, si nuestros hijos nos dicen que vieron un monstruo horrible y tienen miedo, nosotros inmediatamente les decimos “ay, no, eso no existe” ahí los niños piensan que están solos y que no tienen credibilidad ni de sus padres. ¿Fuerte verdad?
Si nosotros a eso que nos dicen les respondemos algo positivo como por ejemplo “entiendo que tengas miedo, eso es normal, cuando yo era niña tenía el mismo miedo que tú. Vamos a hacer algo para evitarlo” ahí estamos validando sus sentimientos.
Ser padres no es fácil y es verdad lo que siempre dicen, los niños no vienen con un manual de instrucciones. Somos nosotros los que tenemos que aprender a ser padres.
El problema de esto es que a veces adoptamos prácticas de nuestros padres o abuelos y no siempre esas prácticas son las más adecuadas.
Es cierto que a veces no sabemos cómo actuar o cómo criar a nuestros hijos. Pero en la actualidad hay muchos especialistas que nos pueden guiar en este maravilloso proceso de ser padres.
Los niños no vienen con un manual de instrucciones, pero si podemos buscar una lista de especialistas que nos puedan ayudar.
Agradezco a la psicóloga infantil Nubia Almeida de Valera que me ayudó con todos estos tips que son fantásticos y me han servido para poder ayudar a mi hijo Martín. Les dejo el link con su cuenta de Instagram que está cargada de mucha información positiva para la crianza respetuosa y responsable.
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