¿Cómo cuidar nuestra salud mental?
Últimamente he visto muchísimos casos de personas que comparten en redes sociales lo importante que es cuidar la salud mental para combatir el estrés, la ansiedad y la depresión entre otras cosas.
No soy psicóloga, pero hoy he decidido tomarme mi blog para inspirar y contar mi experiencia con respecto a la importancia de cuidar la salud mental.
Como muchos de ustedes saben, cuando me mudé a Estados Unidos tuve meses en los que me sentía extremadamente triste. Sí, me estaba mudando por una gran oportunidad laboral que se le presentó a mi esposo, pero eso no dejaba de hacerlo difícil. Había dejado atrás a mi familia, mis amigos, mi trabajo, todo. Los que han experimentado esto creo que me van a entender. Es sumamente difícil empacar tu vida en cuatro maletas.
Al llegar a Estados Unidos tuve que adaptarme a un nuevo estilo de vida, muy diferente al que tenía en Ecuador. Muchas cosas cambiaron y eso sin duda alguna generó un impacto en mí que con mucha ayuda y ciertas estrategias pude superar hasta lograr adaptarme a lo nuevo, a lo desconocido.
Por esta razón, quiero compartirles mi experiencia y todo lo que yo hice que me ayudó en este proceso.
1. Buscar ayuda de un profesional
“Los psicólogos son para los locos” ¿Han escuchado esta frase? Yo sí, muchas veces y es completamente falso.
Lamentablemente, el buscar ayuda de un profesional de la salud mental no siempre es nuestra primera opción. Para mí, fue lo mejor que pude hacer. Cuando empecé a sentir que algo no estaba bien con mi salud emocional supe inmediatamente que tenía que buscar ayuda.
Tuve algunas sesiones con una psicóloga fantástica que me ayudó muchísimo a llevar todo lo que yo estaba viviendo especialmente, me ayudó a manejar mis emociones.
Buscar la ayuda de un profesional debe ser siempre la primera opción. Así como vamos al doctor cuando no nos sentimos bien físicamente, es muy importante acudir al psicólogo cuando no nos sentimos bien emocionalmente.
2. Practicar Yoga
Una estrategia para combatir la ansiedad puede ser practicar yoga. La yoga ayuda mucho a relajarse y a reducir la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Es un gran aliado, especialmente cuando sabemos que tenemos ansiedad, por ejemplo.
Una de mis metas este año es involucrarme más en el mundo del yoga y traer equilibrio a mi vida, lo mejor es que no hace falta salir de casa y buscar a un profesor ya que existen muchos canales de YouTube que te enseñan a practicar esta disciplina desde el nivel más básico.
3. Ejercitarse
Es muy recomendable ejercitarse al menos 30 minutos diarios. El ejercicio no solo nos mantiene saludables y en buen estado físico, sino que también nos ayuda mucho a mejorar la salud cardiaca y pulmonar y cuando esto mejora, nos sentimos más activos y esto nos da más energía para cumplir con nuestras actividades.
En lo personal camino con mi perro Apolo y siento lo bien que me hace ejercitarme y estar en contacto con la naturaleza.
4. Buscar hobbies
¿Qué les apasiona? Decorar, hacer manualidades, coser, pintar o tal vez tocar algún instrumento. El punto es que cualquier hobby es bueno y lo importante es hacer algo que nos motive y nos haga felices.
Si no has encontrado tu hobby aún, te recomiendo hacer una lista con las cosas que te llamen la atención o quisieras experimentar. ¡Estoy segura que encontrarás algo que te apasione!
5. Escuchar podcast.
Una de las cosas que más me ha ayudado definitivamente es escuchar podcast. Abro mi Spotify, busco mis temas favoritos y los escucho mientras hago los que haceres en casa, incluso mientras camino.
Mis programas favoritos en español son: Se regalan dudas y La Magia del caos, se los recomiendo. Estoy segura que lo amarán tanto como yo.
6.- Meditar
No hay mejor compañía que la de uno mismo, estar solo y meditar es de los ejercicios más efectivos para la ansiedad. Busca un lugar tranquilo, sin distracciones y escucha alguna meditación guiada para empezar tu día agradecido y con energía positiva.
No hay que ser expertos para meditar, es cuestión de regalarnos este tiempo y espacio para nosotros mismos.
Acabamos de pasar por una pandemia, algo que sin duda alguna cambió mucho nuestras vidas. Todos, absolutamente todos tenemos buenos y malos días. Días en los que sentimos que estamos listas para conquistar el mundo y días en los que sentimos que no podemos ni conquistar levantarnos de la cama. Pero eso es completamente normal. Lo importante es saber que no somos las únicas, que no estamos solas y que siempre después de una tormenta saldrá el sol.